Vivimos tiempos difíciles y nunca antes vistos.
Una pandemia mundial, salud pública a prueba, economía, estabilidad laboral y vida de todos afectados.
Se han aplicado una serie de medidas. Las más estrictas para Osorno han sido la cuarentena y el cordón sanitario.
He escuchado a algunos pedir más cuarentena para todo el país, presumiendo ser defensores de la vida y salud, demostrando una indolencia con las necesidades de la mayoría de nuestro pueblo, que en su gran mayoría necesitamos trabajar para vivir. Pretenden encerrar a personas sanas condenándolos a la pronta pobreza o miseria.
Muchos de ellos son funcionarios públicos y empleados con remuneraciones fijas, que tienen su sustento asegurado gracias al sector productivo de nuestro país. Otros, con egoístas pretensiones políticas o de poder.
Osorno ya pasó una cuarentena, con un gran sacrificio de su gente, pero sigue ahorcada con un cordón sanitario mal implementado, que provoca pérdidas de tiempo inaceptables a gran parte de nuestro sector productivo, que trabajan en el campo y viven o deben realizar trámites en la ciudad. Una, dos, tres o cuatro horas en colas absurdas, vergonzosas, para ir a su trabajo o casa.
Esas grandes demoras no ayudan al combate de la pandemia y agravan sus nefastos resultados económicos.
Apoyamos las medidas sanitarias que aplica nuestra autoridad de salud, pero rogamos que pronto nuestras autoridades locales las racionalicen y eviten seguir frenando injustificadamente el movimiento de nuestro sector productivo, agilizando en forma efectiva los controles del cordón sanitario.
Roberto Avila Bedecarratz
Abogado
Publicado en diario El Asutral de Osorno el 24 de mayo de 2020